El pasado sábado 5 de noviembre se procedió a la entrega de los reconocimientos concedidos por Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) ante los más de 300 congresistas del 49º Congreso Nacional celebrado en Alicante.

CECE entregó sus Reconocimientos a los Valores Sociales a distintas organizaciones e instituciones que, desde el ámbito cultural, deportivo, científico y humanitario, contribuyen desde hace tiempo a la mejora de la educación.

El primer Reconocimiento CECE a los Valores Sociales fue para Mensajeros de la Paz, que recogió el Padre Ángel. El fundador de la organización humanitaria apuntó que «no sólo hay que querer, sino también dejarse querer, que es lo difícil». La asociación fue elegida por su gran labor entre los núcleos más desfavorecidos en España y el resto del mundo a lo largo de sus años de historia.

También obtuvieron el reconocimiento la Fundación ANAR. Recogió el galardón Ana Sánchez, responsable de educación de ANAR en la Comunidad Valenciana. «Es un honor recibir este premio ya que, desgraciadamente, según las estadísticas todavía en el año 2021, 250.000 jóvenes eran víctimas de violencia. Tenemos la obligación de seguir creando un lugar tranquilo en el que se encuentren a salvo».

La organización sin ánimo de lucro, cuyos orígenes se remontan a 1970, ayuda a niños/as y adolescentes en riesgo y se dedica a la promoción y defensa de los derechos de los niños/as y adolescentes en situación de riesgo y desamparo, mediante el desarrollo de proyectos tanto en España como en Latinoamérica, en el marco de la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

Un tercer reconocimiento fue concedido a la Fundación del Real Madrid por mejorar las vidas utilizando el deporte para educar en valores, integrar y contribuir a la sociedad. Ricardo Gallego, embajador de la Fundación Real Madrid, recogió el premio. Gallego afirmó: “Desde que el Real Madrid creó la Fundación hace 25 años, se tuvo claro que la educación es la llave para mejorar el futuro y debía ser la base de toda nuestra intervención social, usando el deporte educativo como vehículo de transmisión de valores. Para ello creamos nuestra propia metodología de enseñanza-aprendizaje y los manuales para cada disciplina y tipología de proyectos, unos manuales para formar a los formadores, entendiendo que el entrenador es un educado”. 

El siguiente reconocimiento fue para la asociación ‘Empantallados’ por ser un aliado para todas las familias en la lucha por el buen uso de las pantallas.  Recogió el premio María José Abad, que subrayó «la necesidad de apoyos de esta clase para hacer frente a esta nueva situación». 

Finamente, el último reconocimiento fue para la Fundación Manuel Peláez. Carmen Robles Pariente, presidenta de la Fundación Manuel Peláez Castillo recogió el premio. «Es un gran placer recibir esta distinción por un proyecto personal de mi marido que tenía gran interés en mejorar la sociedad. Hay que apoyar y motivar a la comunidad educativa para que sea más libremente motor de los cambios necesarios».

La Fundación Manuel Peláez tiene como objetivos la promoción y desarrollo de programas y actividades relacionadas con la ciencia, la formación, la educación, la enseñanza, la investigación y la difusión tecnológica, promoción de actividades sociales a favor de la integración de personas con diversidad funcional, jóvenes, mujeres y personas dependientes en general.